Encanto, elegancia y mucho amor son palabras que definen a la perfección a los protagonistas de esta historia: Alejandra y Ángel. A través de esta lectura conocerás cómo lograron que su boda fuera un recuerdo que perdurará a través del paso del tiempo, tanto para ellos, como todas las personas que los acompañaron en este día especial.
Esta historia tuvo el inicio perfecto, ya que las fiestas de fin de año se aproximaban y era el momento ideal para compartir con familia y amigos, fue en una reunión casual de unos amigos de la universidad, cuando Alejandra y Ángel se conocieron, charlaron toda la noche y decidieron intercambiar números.
Las citas se hicieron frecuentes y sin darse cuenta había una química impresionante, podían hablar como amigos con la confianza de mostrarse tal cual son. Tal fue la suerte de ambos que unos días antes del día del cariño (febrero 2015), Ángel le pidió a Ale que fueran novios mientras disfrutaban de un hermoso atardecer en una playa en el Pacífico.
Fueron transcurriendo los meses con altas y algunas peleas, pero al final el amor fue creciendo y Ángel tomó la decisión de dar un GRAN paso y pedirle matrimonio a la persona que desde hace unos años robó su corazón. Tenía pensada la locación perfecta, unos días de descanso en Soleil Pacífico en el puerto, sería la oportunidad para disfrutar de una cena romántica en la playa y cerrar la noche con la propuesta de matrimonio.
La noche fue perfecta, Alejandra estaba encantada con cada uno de los detalles durante la cena y no pudo contener las lágrimas cuando él sacó un anillo y le dijo: “¿quieres casarte conmigo?”, de inmediato dijo que sí y sellaron este momento mágico con un tierno y delicado beso.
Durante los meses posteriores se dedicaron a buscar opciones de lugares para la ceremonia y se enamoraron del encanto colonial de Soleil La Antigua en La Antigua Guatemala, durante su primera visita fueron atendidos por una asesora quien les mostró la sala de exhibición, les explicó el proceso de organización paso a paso y también resolvió todas sus dudas.
El proceso de organización no fue fácil pero tuvieron el apoyo de un experto y un equipo de trabajo que se aseguraría que todo fuera perfecto, cumpliendo de esa manera la frase “desde la asesoría, hasta el gran día” hasta que llegó el momento del “Sí, acepto”.
Todo inicia un día anterior, los amigos y familiares de Alejandra y Ángel viajan a La Antigua Guatemala para instalarse y relajarse previo a la boda. Los novios visitaron Thai Spa para disfrutar juntos de una experiencia de relajación, con un masaje y un facial.
Degustaron una deliciosa cena en Restaurante Las Chimeneas y después unos cócteles en el bar con familia y amigos, finalizaron la noche con un sueño relajante en sus respectivas habitaciones. La novia y sus damas lucieron hermosas con peinado y maquillaje completo del Belle Salón, mientras que el novio y sus caballeros se veían súper elegantes con trajes hechos a la medida.
¡Todo está listo! Después de planificar, por fin ha llegado el momento esperado, flores y sillas decoradas para la ocasión esperan por los invitados en uno de los jardines para una ceremonia íntima y romántica de 75 personas, en la que una nueva familia se formaría.
Cada uno de los novios dio muestra de amor con unas palabras que expresaban a la perfección sus sentimientos, intercambiaron alianzas y esta unión fue sellada con un beso. Posterior a ello, todos fueron trasladados a un área privada en la que fueron atendidos con un cóctel de bienvenida y luego fueron ubicados en los Salones Pacaya y Acatenango para una recepción con un delicioso buffet y música en vivo.
Tanto los novios como los invitados, disfrutaron de toda la fiesta con la tranquilidad de tener una reservación en el hotel y despertar en una habitación cómoda, acogedora y un delicioso desayuno tipo buffet.
Para Ángel y Alejandra este día fue especial de principio a fin, compartieron uno de los momentos más importantes de su vida con su familia y amigos, tuvieron un verdadero festín de sabores con la comida y bebidas preparadas y hasta la fecha muchas personas recuerdan con mucho cariño ese 15 de diciembre, en el cual Ángel y Alejandra hicieron la promesa de amarse por el resto de su vida en un hermoso hotel de La Antigua Guatemala: Soleil La Antigua.
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